martes, 17 de noviembre de 2009

Ser consciente

Tener conciencia o ser consciente tiene que ver con la habilidad de darse cuenta de uno mismo. Darme cuenta de lo que me está pasando en todo momento y mi interacción con el exterior, desde tener presente lo que pienso hasta cómo afecta eso mi vida diaria y al mismo tiempo cómo afecto a los demás, esto es estar alerta o consciente.

Es fácil entender los niveles de conciencia si pensamos en el mundo exterior primero: ¿eres consciente de lo que te rodea? ¿Eres consciente de que tus pies están tocando el suelo? Quizá tus pies están reposando en algún barrote de la silla, o están en alto, sin embargo, te das cuenta. Estos son ejemplos fáciles para estar consciente. Ahora piensa en el dedo gordo de tu pie izquierdo. ¿Lo sientes? ¿Eres consciente? ¿No? Allí está, sin embargo normalmente no somos conscientes de ello a menos que nos duela. Ese, justamente es otro nivel de conciencia. Ahora piensa si puedes ser consciente de los latidos de tu corazón. ¿Ya vas necesitando más tiempo verdad? Para hacerlo, debemos quitar la atención del mundo externo y concentrarnos en nuestro mundo interno. Date cuenta cuanto tiempo te toma ser consciente y enfocarte sólo en eso. Tómate tu tiempo.

Nuestra capacidad de atención va de 7 a 9 elementos simultáneos. Mientras lees esto puedes estar consciente de la temperatura de la habitación donde estás, de tu postura, de los ruidos que te rodean, de lo que hay cerca de ti, los colores que están cerca de ti, de la hora del día, de la luz brillante u opaca, etc. Todos al mismo tiempo, pero sólo puedes estar enfocado en una sola cosa. En este momento, o estás enfocado y concentrado en este tema, o estás pensando en otra cosa. No puedes enfocarte en los dos. Cuando piensas en lo que debes hacer más tarde, pierdes el momento presente y el significado de lo que estás leyendo. Se pierden fracciones de información y por eso luego nos damos cuenta que nos faltó algún detalle porque no pusimos atención al cien por cien, fue por la falta de concentración. Nuestro consciente está oscilando entre una cosa y otra todo el tiempo. Hay muchas distracciones en el mundo hoy en día. Y hemos adquirido el hábito, en este mundo tan saturado de actividades, de querer estar en dos o más planos de conciencia para tener resultados más rápidos. Aprovechar el tiempo y hacer varias cosas tal vez te haga sentir bien, sin embargo, seguramente algo sale mal. Si quieres cocinar, hablar por teléfono y pintarte las uñas, está bien, sin embargo, una de esas actividades saldrá bien y las otras dos dejarán de tener la atención del cien por cien.

Ser consciente de quien eres y cómo eres es algo que pocos hacen. Estamos más orientados a darnos cuenta de quién es y cómo es el vecino, el primo, mi pareja, etc. Y muchas veces te das cuenta de sus defectos o tal vez de lo que tienen que tú no tienes. Pasamos juicio rápidamente y criticamos sin tregua. Pero cuando alguien osa criticarte o hacer algún comentario, brincas y te sorprendes. No lo puedes creer, porque no eres consciente de ti mismo.

La conciencia activa te llevará a darte cuenta cómo afectas al otro con tus pensamientos, tus palabras y tus acciones. Cada cosa que haces incide en alguien y ese alguien se queda impactado positiva o negativamente. Ser consciente es estar de tu lado observando tus acciones y resultados.

Ser consciente de mi habilidad para ser consciente lleva tiempo y valor. Cada momento puedo observar mi consciente encendido o apagado, o, funcionando en automático (porque así me conviene). Si pudiera sentir mis emociones día con día y cómo me afectan, darme cuenta de mis respuestas ante eventos inesperados, cómo influyo en otros por mis palabras o acciones, me ayudaría a conocerme y verme desde el exterior.

Auto observarme de manera consciente y objetiva para verificar, corregir y moderar mis formas antiguas y convertirlas en nuevas, eso es ser consciente de uno mismo y te llevará a dejar el ego a un lado y a ser mejor persona día con día, sin gran esfuerzo.

jueves, 12 de noviembre de 2009

¿Estás buscando empleo? ¿Quieres cambiar tu trayectoria profesional?

No es nuevo decir que vivimos en un mundo de cambios, tanto a nivel del mercado laboral, como de nuevas maneras de hacer negocios. Esto hace que nuestra vida cambie de una manera vertiginosa y que para sobrevivir necesitemos adaptarnos y actualizarnos constantemente. La empresa para toda la vida ha desaparecido y surgen oportunidades de negocio que nunca habíamos imaginado. Un mundo empresarial que antes era familiar, racional y previsible, ahora es confuso e ilógico.

Sólo los que reconozcan la nueva realidad laboral, comprendan las nuevas reglas de trabajo y se adapten con flexibilidad podrán conseguir sus objetivos de carrera. Nos tenemos que anticipar a las nuevas oportunidades de trabajo y a localizar empleadores potenciales para venderles nuestro talento.

Los métodos tradicionales de búsqueda de empleo que eran eficaces hace apenas unos años se están quedando obsoletos. En pocos años se ha revolucionado el mercado laboral. El anuncio en prensa está desapareciendo y han irrumpido con fuerza, pese a la incredulidad de algunos, las ofertas de empleo por Internet ( Infojobs ,Monsters, … ), para dar otro gran salto a las páginas de contactos profesionales como Linkedin y Xing.

Pero es evidente que, como no seas profesional del sector, hay muchas cosas que se desconocen y en momentos de recolocación o necesidad de cambio profesional lo más adecuado es acudir a un Consultor especializado en Outplacement individual quien será tu Coach personal.

En estos programas, personalizados y flexibles, estarás acompañado de un consultor experto en conocimiento del mercado laboral y en training personal. Un consultor que te ayudará aportándote orientación estratégica y táctica, metodología y materiales.

El objetivo es ofrecerte las estrategias, técnicas y prácticas más eficaces para introducirte en el mercado laboral. Insisto en la necesidad de realizar un buen autoanálisis: identificar competencias y conocimientos, puntos fuertes, ejes de mejora y capacidades a desarrollar.

En los procesos de cambio es mejor ir de la mano de alguien que conoce el camino, aunque nadie puede caminar con tus zapatos. Como dice Alex Rovira en su libro La Buena Vida “el camino lo creamos paso a paso con nuestros propios pies. El otro nos puede dar ánimo e influenciar, puede ayudarnos con su confianza y expectativas, pero el camino es un proceso individual en el que la responsabilidad y voluntad debe nacer necesariamente de uno mismo “

Está claro que un programa de outplacement presenta muchas ventajas para las personas en búsqueda de empleo o cambio de orientación profesional. La primera es que se reduce considerablemente el tiempo de búsqueda de empleo que es el objetivo final. Además, se reduce considerablemente la frustración causada por la pérdida de empleo o la decisión de cambio a través de un buen seguimiento psicológico, ayudando a afianzar u consolidar la confianza en uno mismo mediante la autoevaluación y el asesoramiento que te permitirá marcarte nuevos objetivos.

Es un momento de reflexión y acción. Reflexión sobre nuestros puntos fuertes y ejes de mejora y acción sobre aquello que tenemos que mejorar para resituarnos en este mercado laboral cambiante.

El objetivo final de todo profesional es un cambio hacia un puesto de trabajo más idóneo y gratificante, más acuerdo con los intereses y características personales y profesionales del momento. Aprovechemos esta etapa para conocernos a nosotros mismos y establecer nuestros nuevos objetivos vitales, más satisfactorios que los anteriores. El autoconocimiento es una de las claves de nuestro éxito futuro, si no tenemos una idea adecuada de nosotros mismos es como caminar sin saber hacia donde ir, por lo que lo más probable es que nos perdamos, mucho mejor es caminar marcando el rumbo.