martes, 17 de noviembre de 2009

Ser consciente

Tener conciencia o ser consciente tiene que ver con la habilidad de darse cuenta de uno mismo. Darme cuenta de lo que me está pasando en todo momento y mi interacción con el exterior, desde tener presente lo que pienso hasta cómo afecta eso mi vida diaria y al mismo tiempo cómo afecto a los demás, esto es estar alerta o consciente.

Es fácil entender los niveles de conciencia si pensamos en el mundo exterior primero: ¿eres consciente de lo que te rodea? ¿Eres consciente de que tus pies están tocando el suelo? Quizá tus pies están reposando en algún barrote de la silla, o están en alto, sin embargo, te das cuenta. Estos son ejemplos fáciles para estar consciente. Ahora piensa en el dedo gordo de tu pie izquierdo. ¿Lo sientes? ¿Eres consciente? ¿No? Allí está, sin embargo normalmente no somos conscientes de ello a menos que nos duela. Ese, justamente es otro nivel de conciencia. Ahora piensa si puedes ser consciente de los latidos de tu corazón. ¿Ya vas necesitando más tiempo verdad? Para hacerlo, debemos quitar la atención del mundo externo y concentrarnos en nuestro mundo interno. Date cuenta cuanto tiempo te toma ser consciente y enfocarte sólo en eso. Tómate tu tiempo.

Nuestra capacidad de atención va de 7 a 9 elementos simultáneos. Mientras lees esto puedes estar consciente de la temperatura de la habitación donde estás, de tu postura, de los ruidos que te rodean, de lo que hay cerca de ti, los colores que están cerca de ti, de la hora del día, de la luz brillante u opaca, etc. Todos al mismo tiempo, pero sólo puedes estar enfocado en una sola cosa. En este momento, o estás enfocado y concentrado en este tema, o estás pensando en otra cosa. No puedes enfocarte en los dos. Cuando piensas en lo que debes hacer más tarde, pierdes el momento presente y el significado de lo que estás leyendo. Se pierden fracciones de información y por eso luego nos damos cuenta que nos faltó algún detalle porque no pusimos atención al cien por cien, fue por la falta de concentración. Nuestro consciente está oscilando entre una cosa y otra todo el tiempo. Hay muchas distracciones en el mundo hoy en día. Y hemos adquirido el hábito, en este mundo tan saturado de actividades, de querer estar en dos o más planos de conciencia para tener resultados más rápidos. Aprovechar el tiempo y hacer varias cosas tal vez te haga sentir bien, sin embargo, seguramente algo sale mal. Si quieres cocinar, hablar por teléfono y pintarte las uñas, está bien, sin embargo, una de esas actividades saldrá bien y las otras dos dejarán de tener la atención del cien por cien.

Ser consciente de quien eres y cómo eres es algo que pocos hacen. Estamos más orientados a darnos cuenta de quién es y cómo es el vecino, el primo, mi pareja, etc. Y muchas veces te das cuenta de sus defectos o tal vez de lo que tienen que tú no tienes. Pasamos juicio rápidamente y criticamos sin tregua. Pero cuando alguien osa criticarte o hacer algún comentario, brincas y te sorprendes. No lo puedes creer, porque no eres consciente de ti mismo.

La conciencia activa te llevará a darte cuenta cómo afectas al otro con tus pensamientos, tus palabras y tus acciones. Cada cosa que haces incide en alguien y ese alguien se queda impactado positiva o negativamente. Ser consciente es estar de tu lado observando tus acciones y resultados.

Ser consciente de mi habilidad para ser consciente lleva tiempo y valor. Cada momento puedo observar mi consciente encendido o apagado, o, funcionando en automático (porque así me conviene). Si pudiera sentir mis emociones día con día y cómo me afectan, darme cuenta de mis respuestas ante eventos inesperados, cómo influyo en otros por mis palabras o acciones, me ayudaría a conocerme y verme desde el exterior.

Auto observarme de manera consciente y objetiva para verificar, corregir y moderar mis formas antiguas y convertirlas en nuevas, eso es ser consciente de uno mismo y te llevará a dejar el ego a un lado y a ser mejor persona día con día, sin gran esfuerzo.

jueves, 12 de noviembre de 2009

¿Estás buscando empleo? ¿Quieres cambiar tu trayectoria profesional?

No es nuevo decir que vivimos en un mundo de cambios, tanto a nivel del mercado laboral, como de nuevas maneras de hacer negocios. Esto hace que nuestra vida cambie de una manera vertiginosa y que para sobrevivir necesitemos adaptarnos y actualizarnos constantemente. La empresa para toda la vida ha desaparecido y surgen oportunidades de negocio que nunca habíamos imaginado. Un mundo empresarial que antes era familiar, racional y previsible, ahora es confuso e ilógico.

Sólo los que reconozcan la nueva realidad laboral, comprendan las nuevas reglas de trabajo y se adapten con flexibilidad podrán conseguir sus objetivos de carrera. Nos tenemos que anticipar a las nuevas oportunidades de trabajo y a localizar empleadores potenciales para venderles nuestro talento.

Los métodos tradicionales de búsqueda de empleo que eran eficaces hace apenas unos años se están quedando obsoletos. En pocos años se ha revolucionado el mercado laboral. El anuncio en prensa está desapareciendo y han irrumpido con fuerza, pese a la incredulidad de algunos, las ofertas de empleo por Internet ( Infojobs ,Monsters, … ), para dar otro gran salto a las páginas de contactos profesionales como Linkedin y Xing.

Pero es evidente que, como no seas profesional del sector, hay muchas cosas que se desconocen y en momentos de recolocación o necesidad de cambio profesional lo más adecuado es acudir a un Consultor especializado en Outplacement individual quien será tu Coach personal.

En estos programas, personalizados y flexibles, estarás acompañado de un consultor experto en conocimiento del mercado laboral y en training personal. Un consultor que te ayudará aportándote orientación estratégica y táctica, metodología y materiales.

El objetivo es ofrecerte las estrategias, técnicas y prácticas más eficaces para introducirte en el mercado laboral. Insisto en la necesidad de realizar un buen autoanálisis: identificar competencias y conocimientos, puntos fuertes, ejes de mejora y capacidades a desarrollar.

En los procesos de cambio es mejor ir de la mano de alguien que conoce el camino, aunque nadie puede caminar con tus zapatos. Como dice Alex Rovira en su libro La Buena Vida “el camino lo creamos paso a paso con nuestros propios pies. El otro nos puede dar ánimo e influenciar, puede ayudarnos con su confianza y expectativas, pero el camino es un proceso individual en el que la responsabilidad y voluntad debe nacer necesariamente de uno mismo “

Está claro que un programa de outplacement presenta muchas ventajas para las personas en búsqueda de empleo o cambio de orientación profesional. La primera es que se reduce considerablemente el tiempo de búsqueda de empleo que es el objetivo final. Además, se reduce considerablemente la frustración causada por la pérdida de empleo o la decisión de cambio a través de un buen seguimiento psicológico, ayudando a afianzar u consolidar la confianza en uno mismo mediante la autoevaluación y el asesoramiento que te permitirá marcarte nuevos objetivos.

Es un momento de reflexión y acción. Reflexión sobre nuestros puntos fuertes y ejes de mejora y acción sobre aquello que tenemos que mejorar para resituarnos en este mercado laboral cambiante.

El objetivo final de todo profesional es un cambio hacia un puesto de trabajo más idóneo y gratificante, más acuerdo con los intereses y características personales y profesionales del momento. Aprovechemos esta etapa para conocernos a nosotros mismos y establecer nuestros nuevos objetivos vitales, más satisfactorios que los anteriores. El autoconocimiento es una de las claves de nuestro éxito futuro, si no tenemos una idea adecuada de nosotros mismos es como caminar sin saber hacia donde ir, por lo que lo más probable es que nos perdamos, mucho mejor es caminar marcando el rumbo.

miércoles, 5 de agosto de 2009

La sabiduría para acoger los pensamientos

El pensamiento es algo inherente al ser humano. Es una capacidad exclusiva de él. El problema reside en qué tan conscientes estamos de ello.
La capacidad del pensamiento es algo que debemos acrecentar, desarrollar y disciplinar. Cada vez que un pensamiento nuevo, o idea entre a nuestra mente, démosle la bienvenida. Ya que esta es la manera en la que el mundo exterior se manifiesta en nosotros, después de ser filtrado por nuestra corteza cerebral. ¿Cuántas veces nos hemos arrepentido por no acoger una idea con seriedad, o por una oportunidad que se nos haya ido? ¿Cuántas lamentaciones nos hemos hecho? El tren pasa una sola vez y de ti depende si te subes o lo dejas pasar, o piensas que en la “próxima lo tomas”, siendo que a veces ya no hay una “próxima vez”.
Todo lo anterior es por no estar acostumbrados a reflexionar en lo que pensamos como nos lo propone Programación Neurolingüística. Nuestra capacidad de pensamiento es infinita y de nosotros solamente, depende el ejercitar esta capacidad hasta donde queramos.
Los que más cosas han logrado en esta vida son las personas que más han desarrollado su pensamiento. Y lo curioso es que nosotros ante estas personas nos sentimos chiquitos, desiguales, nos convertimos en pasivos, nos sentimos hormigas, diciéndonos “es que él es un sabio”, “yo jamás podría lograr algo así”, “él sí es digno de admiración”, “no sé cómo le hace”, “él tiene una inteligencia privilegiada”. ¿Por qué razón podemos apreciar a los demás y sus capacidades y no nos podemos convencer de que si nos lo proponemos podemos hacer cosas extraordinarias (más allá de lo ordinario)? ¿Por qué no podemos tener confianza en nosotros mismos? Simplemente porque estamos acostumbrados a mirar hacia fuera de nosotros anhelando lo que vemos y sin hacer ningún esfuerzo por obtenerlo, con una resignación malentendida. El secreto está en ver hacia nuestro interior donde se encuentran todas nuestras capacidades para poder hacer lo que queramos. Y desgraciadamente la mayoría de las personas padecen de flojera mental.
En un mundo en constante movimiento, tener ideas o pensamientos fijos no nos lleva a ninguna parte. Tendremos una vida “X” con pocos logros y satisfacciones. Esperando en vano que el mundo nos “dé” algo.
El pensamiento es la energía que nos mueve en la vida. Del tipo de pensamientos que tengamos dependerá el tipo de vida que tengamos. Las personas que mantienen pensamientos fijos y rechazan ideas nuevas, no podrán ser muy felices en sus vidas, pues estarán atadas a ellos, no podrán fluir por la vida libremente. Serán presos de sus propios pensamientos.
Aristóteles decía: “Una mente educada es capaz de entretener un pensamiento sin aceptarlo.” Esto significa no rechazar ni enjuiciar un pensamiento o idea sin antes analizarlo detenidamente.
En base a lo que Programación Neurolngüística nos dice y de lo antes dicho, sobre el arte del pensar, he aquí una metáfora que nos puede ilustrar cómo desarrollar este arte. Acordémonos que dentro de Programación Neurolingüística los símbolos y las metáforas se utilizan constantemente, ya que son excelentes para poder mostrar ampliamente el significado de algo y poder entenderlo mejor.
Así que partiendo de esto, nosotros somos “anfitriones de ideas”.
¿Y qué es lo que hace un anfitrión?

* Un buen anfitrión, le abre la puerta a su invitado, pero antes de eso,
* Se prepara para poder recibirlo de la mejor manera, dándole la bienvenida.
* Si nuestra casa está desordenada, hacemos limpieza antes de que lleguen nuestros invitados.
Cuando llega una nueva idea, de la misma manera hay que hacer “limpieza” de pensamientos viejos y tener un orden mental para crear un ambiente acogedor. Esto quiere decir que cuando el invitado llega a nuestra casa no lo hacemos esperar afuera. Le invitamos a pasar, a sentarse, a que se sienta cómodo. Somos hospitalarios y amables. La misma actitud debemos de tener frente a una idea o pensamiento nuevo que llega. Si al contrario, lo recibimos con miedo, incredulidad, escepticismo, o indiferencia, no lograremos que permanezca por mucho tiempo, no lo podremos conocer y menos analizarlo. Siempre debemos estar dispuestos a recibir cualquier idea que se nos proponga o que venga a nuestra mente sin rechazarla o prejuiciarla. Debemos darnos la oportunidad de conocerla. Nuestra mente es un ordenador maravilloso que puede procesar cualquier información si le damos la oportunidad de hacerlo.
* Un buen anfitrión presenta a su invitado con otras personas.
Esto quiere decir que cuando organizamos una reunión en cuanto van llegando los invitados, los vamos presentando con todos los demás asistentes para que se vayan integrando a la fiesta. Las nuevas ideas también deben de ser relacionadas con otras con las que puedan tener algo en común, así que debemos de hacer una relación de ideas donde la nueva pueda integrarse con las que ya existen para establecer conexiones. Hay que darle una oportunidad. Esto es con el fin de crear opciones nuevas a nuestros objetivos de vida y que puedan surgir cosas importantes con la unión de todas ellas.
* Un buen anfitrión se asegura de que su invitado se sienta cómodo.
Esto quiere decir que a nuestros invitados les procuramos el mejor sofá, la mejor vajilla, las mejores copas, la mejor comida y bebida, etc. para que estén a gusto, así que a una nueva idea que llega, hay que darle el tiempo necesario para que repose en nuestra mente y si es preciso que desarrolle información adicional para después poder pulirla. Eso quiere decir que el pensamiento es, un proceso que necesita su tiempo para madurar, antes de decidir qué hacer con él.
* Un buen anfitrión sabe escuchar a su invitado y le muestra interés.
A un invitado lo sabemos escuchar con atención, le hacemos preguntas con interés para conocerle mejor y buscamos cosas en común. Esto quiere decir que algo similar debemos de hacer cuando surge una nueva idea, hay que saberla escuchar detenidamente, para profundizar en ella, mostrando curiosidad para saber más. Un buen cuestionamiento (el metamodelo) a base de preguntas inteligentes nos ayudará a conocerla mejor y darnos cuenta de todo lo que podamos tener en común y así darle su importancia.
* Un buen anfitrión le concede a su invitado libertad para poder moverse en el evento.
Así que después de presentarlo con los otros que están presentes, un buen anfitrión no trata de controlar la dinámica de intercambio entre ellos. Habrá invitados que se queden pegados a nosotros y quienes circularán solos buscando gente afín. En una fiesta pueden darse innumerables dinámicas, sobre las cuales no tenemos control. Solo podemos crear las condiciones para que las personas la pasen lo mejor posible, como hacer las presentaciones, agregar comentarios, ser amables, etc. pero debemos dejar que ellas se desenvuelvan libremente. Con los pensamientos o ideas, después de saber un poco más sobre ellas, podemos orientarlas en cierta dirección, dejándoles que circulen libremente y establezcan conexiones espontáneas. Esto quiere decir que no nos aferremos a algo que no tengamos perfectamente analizado, ya que el mismo pensamiento nos guiará sin necesidad de forzarlo.
Un buen anfitrión concede una segunda oportunidad cuando el invitado no le resulta del todo agradable, no lo echa de su casa, sino que por el contrario trata de ser amable y pasarla de la mejor manera posible.
El buen anfitrión trata de buscar algo positivo en su invitado que lo lleve a cambiar de opinión para poder apreciarlo mejor. Así con las nuevas ideas debemos de hacer lo mismo, aunque de entrada no nos agraden, debemos hacer un esfuerzo para buscarles “su lado bueno” y nunca descartarlas de inicio o crear juicios sin fundamentos.
Ser buenos anfitriones en nuestro hogar es una señal de respeto, educación, cordialidad y espíritu amistoso. Ser buenos “anfitriones de ideas” es indicativo de una mente abierta, creativa y orientada al aprendizaje. Es la mejor receta para poder descartar los pensamientos que nos hacen daño (no ecológicos) y desarrollar todos esos que nos nutren.
Para crecer en nuestro propio desarrollo debemos aprender a entretener un pensamiento nuevo, tal y como entretenemos a nuestros invitados. Esto puede ser muy gratificante, porque si las ideas se sienten bien en nuestra mente, no querrán irse, invitarán a otras nuevas, generarán muchas relaciones, y como resultado, nuestra creatividad estará de fiesta.
En otras palabras, vuélvete un adicto del buen pensar, esto hará que tu vida sea más plena, llena de opciones y de energía para caminar siempre hacia delante. Sé flexible con tu pensamiento y da gracias por este don.

jueves, 11 de junio de 2009

ACTITUDES ANTE LAS CRISIS

En estos momentos de crisis, paro y preocupaciones, la competencia más valorada no es el liderazgo, la comunicación o la flexibilidad sino la resistencia al estrés.

Buscar trabajo, es un trabajo en sí mismo, aunque también es un tiempo maravilloso para poder ordenar toda nuestra vida.

Si anteriormente hemos vivido en un mundo complicado: tareas que hacer, obligaciones, sobrecarga de información y ansiedades de todo tipo, es el momento de desenredar una vida complicada y restaurar la armonía.

Cuerpo y mente son un solo ente, ambos deben estar sanos para tener salud y vitalidad:
Tu mente: nuestras creencias afectan las elecciones que realizamos en todos los aspectos de la vida: trabajo, placer y relaciones, éstas rigen nuestra forma de vivir la vida y de reaccionar ante las circunstancias. Comprenderte a si mismo puede ayudarte a ser más feliz y a conformar un futuro de acuerdo con tus circunstancias.

Reducir el estrés: el truco consiste en cambiar de estado mental, de actitud o de punto de vista: no permitas que te molesten trivialidades, disfruta con pequeñas tareas y recuerda que la risa es la mejor medicina.

Conservar la calma es esencial.

Saber organizarse: organizarse y seguir organizado es una de las maneras más fáciles de simplificar la vida. Evita prolongar los temas pendientes, coge la costumbre de hacer algo constructivo cada día.

Tu cuerpo: para tener vitalidad necesita energía.La actividad física libera endorfinas en el cerebro, y en estos momentos no tenemos excusas para no hacer ejercicio a diario.

También es importante para mejorar la eficacia del trabajo según nuestro reloj orgánico y conseguir así que éste trabaje a nuestro favor.

Algunas recomendaciones son de cierta importancia durante esta etapa:

Aprovecha al máximo lo que tienes. Concéntrate en lo que tienes, no en lo que no tienes. La época actual dicta que estemos siempre insatisfechos con lo que tenemos, y nos obliga a buscar más. Aprovechar al máximo lo que se tiene significa capitalizar nuestros bienes y apreciar lo que tenemos.

Deshazte de trastos y limpia tu espacio, así limpiarás tu mente. El objetivo es terminar con el desorden. Sea cual sea tu actividad (trabajo, cuidar y disfrutar de tus hijos, buscar trabajo, ocuparse de la casa…) podrás hacerla mejor y maximizarás tu productividad si tu entorno es armonioso.

Crea más tiempo para el ocio: ha llegado el momento de disfrutar de nuestras aficiones y de todo aquello que no podemos hacer cuando trabajamos. Perderse por la ciudad, ir a un museo, ir al cine… cada uno según sus aficiones.

El día sólo tiene 24 horas. La forma de utilizarlas marcará la diferencia entre sentirse feliz, relajado y pleno o lleno de insatisfacciones. No pierdas el tiempo, es el bien más valioso que tenemos, ya que nunca seremos tan jóvenes como hoy.

Es el momento de mantener y alimentar tus relaciones. La mejor política es la sinceridad. Si necesitas ayuda, pídela. Comenta tu estado con sus amigos e intenta establecer networking. Aprovecha este tiempo para compensar la vida ajetreada que tenemos normalmente. Si queremos tener amigos tenemos que cuidarlos.

Cuando la vida te parezca una subida cuesta arriba, piense que puedes subir la montaña, no desfallezcas. Tenemos más resistencia de la que pensamos.

Es el inicio de una reacción en cadena y de un fin exitoso, una época para la reflexión y para la acción hacia un futuro mejor. El bienestar o malestar de una persona se transmite mediante comunicación no verbal, por ello, es importante trabajar estos aspectos.

Dice un dicho popular: “Cuando al vida te regale naranjas, disfrútalas. Cuando la vida te regale limones, prepara una limonada. “
Autora: Montse Chinchilla

martes, 19 de mayo de 2009

Los ciclos de la vida

La vida es una serie de ciclos que se van formando según las diferentes etapas que vamos pasando. La vida es un constante movimiento dentro del tiempo y el espacio, y estos ciclos van formando una cadena, que según la calidad y fuerza que tenga, va a determinar la calidad de vida que tengamos. Cada situación vivida en una etapa debemos de concluirla. Es decir cerrar ese círculo para poder pasar a la siguiente etapa.

Tenemos la etapa de nuestra infancia, de cuando fuimos niños y dependíamos de papá y mamá o de alguien más. Probablemente, en su momento hubo sentimientos de desamparo, de envidia con los hermanos y en fin, muchos hechos que nos pudieron lastimar. Sin embargo es el tiempo en que vivimos en nuestro mundo propio de fantasía y sueños. No existen mayores responsabilidades, mamá y papá resuelven todo. Para pasar a la siguiente etapa debemos cerrar este ciclo, a través del perdón y quedándonos con lo mejor de ella. Este ciclo tiene sus propias características, vivencias, emociones, capacidades, pensamientos, retos, etc.

Sigue la etapa de la adolescencia con sus virtudes y sus defectos. La época en que queremos hacer muchas cosas pero todavía estamos sujetos a las personas mayores que “no me entienden” y “no me dejan hacer nada de lo que yo quiero”. Somos capaces de hacer cualquier locura. Estamos despertando a una nueva vida desconocida para nosotros. Empezamos a descubrir al otro sexo, y nos empieza a llamar la atención. Experimentamos nuevas sensaciones. Existe un ansia de vivir y tener nuevas experiencias. Aquí es donde vamos pensando lo que queremos ser, y muchas veces a quienes queremos parecernos. También hay muchas vivencias, seguramente algunas decepcionantes y otras de incomprensión, puede haber algún rencor hacia los padres o hacia alguien. Si alguna persona se llegó a burlar de nosotros, o nos impidió alguna cosa, podemos guardar sentimientos de coraje, odio, o algún otro. Es la época donde surge normalmente nuestro primer amor. Este ciclo también tiene sus propios retos características, riesgos, emociones y pensamientos. Somos indecisos, volubles, ágiles, rápidos, si estamos a gusto no existe el cansancio. Pero también es la etapa de vivencias grandiosas, nuevas y llenas de satisfacción.

Para pasar al siguiente ciclo, igualmente limpiemos nuestra vida de esas sensaciones que nos hacen daño. Perdonemos y cerremos este ciclo en paz dando gracias por todas las enseñanzas vividas y experimentadas.

Está la etapa del adulto menor donde definimos realmente nuestra profesión o actividad a la que queremos dedicarnos. Normalmente ya hemos tenido o tenemos novia y pensamos en formar una familia en cuanto podamos. Ya tenemos una línea definida en la vida. Estamos por terminar la universidad y empezar una vida profesional o comercial. Siguen habiendo riesgos, retos, y características, así como pensamientos acerca de nuestras vivencias. Aquí pueden surgir problemas con la pareja, con la universidad y con el trabajo. Quedémonos con la enseñanza y dejemos a un lado todo lo que nos pudo hacer daño. Nuestra parte física es muy ágil. Es el ciclo de los grandes sueños. Mantenemos un alto grado de energía. Podemos dejar de dormir, pero nunca dejar de asistir a una fiesta hasta el final.

La etapa del adulto medio es la más grande, la más rica en vivencias y debe ser la más sólida. Este empieza en la etapa de la vida en la que nos convertimos en padres o definimos nuestra vida independizándonos y empiezan las responsabilidades hacia la familia que hemos formado o hacia los otros con los que convivimos. Aquí empezamos a ser protectores de los hijos y de los padres con más conciencia de ello. Surgen problemas de relación con nuestra pareja, nuestros hijos y nuestros padres en la vida cotidiana. La familia o el trabajo los empezamos a sentir muy demandantes. Los problemas aumentan, conforme los hijos van creciendo, o conforme vamos creciendo en nuestra profesión. Pero no sólo eso, igualmente los gastos aumentan de la mano con el estrés. La responsabilidad en el trabajo es mayor ya que otros dependen de nuestro éxito o fracaso. Nuestro tiempo y energía se empieza a compartir con otros. Los hijos crecen y con ellos las preocupaciones y las responsabilidades. Tenemos que aprender a empezar a soltar a los hijos con el tiempo y dejarlos que aprendan de la vida por sí mismos. Nos damos cuenta que nuestros padres merecen nuestra atención, pero ya no nos es posible visitarlos tan seguido. Se están volviendo viejos. Pasan a segundo término y no podemos hacer nada al respecto y esto puede hacernos sentir mal. Es una gran incongruencia que nos presenta la vida, en el momento que más nos necesitan es cuando menos tiempo tenemos para ellos. Nuestra familia está primero y nos demanda casi todo nuestro tiempo.

Nuestros valores y nuestras prioridades se establecen. Es la época en que me defino como hombre o mujer exitosa o lo contrario. Los hijos crecen y se convierten en nuestros jueces más implacables. Ellos empiezan a definir sus propios valores y nos damos cuenta de que no son los nuestros. Ahora ellos son los “incomprendidos”, y el círculo de la vida sigue girando. Es una etapa muy larga y definitiva en nuestras vidas. Es un ciclo que tenemos que cuidar especialmente. Es la etapa de muchas decisiones, responsabilidades, retos, vivencias fuertes, grandes decisiones compartidas. Este ciclo requiere de ir cerrando las diferentes etapas que se encuentran en él haciendo lo mejor que podamos, curando heridas y dándonos cuenta que es el ciclo más rico en vivencias y decisiones. Es la etapa de las grandes enseñanzas, donde la siembra es mayor y de ella depende, básicamente la calidad de mi próximo ciclo.

Y por fin llega la etapa del adulto mayor. Este es el ciclo del conocimiento, de la experiencia, donde cosechamos todo lo sembrado. Donde ya no hay que fingir ante los demás, ya podemos darnos el lujo de ser como somos ante el mundo. Es la etapa de la satisfacción y la ternura. Es el ciclo donde ya no es tan importante tener a los nuestros físicamente con nosotros, pues los llevamos en el corazón. Es la etapa de la vida donde los hijos ya no están físicamente. Solamente está mi pareja si es que hemos sabido y podido mantener la relación, o tal vez nos encontremos con una separación de años o quizá con la viudez. Sin embargo, esto no le quita a esta etapa la importancia que tiene. Es el momento de la gran decisión de nuestra vida: dar gracias por todo lo vivido, lo bueno y lo malo, de lo que aprendimos y que nos ha venido conformado hasta este momento o lamentarme por lo que ya no tengo o no puedo hacer.

Para llegar a tener una vida plena en esta etapa, tuvimos que haber cerrado todos los ciclos anteriores, dejar los resentimientos y los malos ratos, y quedarnos sólo con lo mejor que nos brindaron. Haber pasado de uno al otro con la plena convicción que lo vivido en cada uno de ellos fue lo mejor que pudimos hacer en ese momento. Aquí caemos en cuenta de que somos seres humanos con errores y aciertos, pero eso sí, muy valiosos.

El que físicamente ya no seamos capaces de hacer muchas cosas, y que probablemente el cuerpo ya no se encuentre del todo sano, no se compara con la satisfacción de ver a nuestro alrededor lo que hemos logrado, lo que aprendimos de todo aquello que no pudo ser, y demos gracias por todas las capacidades que pudimos poner en acción en cada etapa y seguir viendo hacia el frente, para que el último ciclo de nuestra vida sea el del triunfo.

Los hijos ya no están físicamente con nosotros pero en cada logro de ellos hay un pedacito de nosotros. Están ocupados en su propia vida tal y como nosotros lo hemos estado con la nuestra. Dejémoslos vivir su vida y gocemos la nuestra a través de todo lo que hemos logrado en cada etapa que hemos cerrado y en la siguiente que se ha abierto.

Vivamos cada etapa de nuestra vida dándonos cuenta de qué es lo que nos toca vivir en este momento, y estemos dispuestos a cerrar el ciclo cuando se tenga que hacer, para poder abrir el siguiente con esperanza y gratitud.

El éxito en la vida está en nuestra capacidad de cerrar y abrir los ciclos que forman esta cadena maravillosa de eventos, vivencias y experiencias que nos conforman.

Revisemos nuestros propios ciclos y cerremos los que todavía no hemos podido. Nunca es tarde para hacerlo. Reconciliémonos con los que aún no lo hemos hecho, terminemos con lo que tenemos pendiente y nos hace estar intranquilos. Aquí reside la tranquilidad y la paz que nos da el amor a nosotros, a los otros y a la vida misma.

Siempre tendremos dos opciones: vivir la vida con todo lo que conlleva o sufrirla. Esta es nuestra propia decisión, de nadie más.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Inteligencia emocional

Hasta hace poco al hablar de inteligencia solamente se contemplaba el CI o coeficiente intelectual detectado por los test, pero Peter Salovey, John Mayer, y posteriormente Daniel Coleman, en su best-seller mundial “Inteligencia Emocional” cuestionaron ese único tipo de inteligencia (CI) y aportaron el concepto de coeficiente emocional (CE).

Ambos conceptos no son contrapuestos, sino diferentes. Se miden diferentes aspectos de la inteligencia. La inteligencia emocional es una combinación del intelecto con las emociones.

Salovey, que utilizó por primera vez el término, define y organiza la inteligencia emocional en cinco competencias principales:

1. Conocer las propias emociones.
2. Capacidad de controlar las emociones.
3. Saber motivarse a uno mismo.
4. El conocimiento de las emociones ajenas.
5. El control de las relaciones.
1. Conocimiento de nuestras emociones.

Las personas que son conscientes de sus emociones suelen dirigir mejor sus vidas, mientras que si no nos damos cuenta de que nos está pasando y somos incapaces de percibir nuestros verdaderos sentimientos quedamos atrapados y dominados por ellos.

Podemos aprender a darnos cuenta de nuestras propias emociones, mejor si conseguimos hacerlo en el momento en que se están experimentando, y de esta forma, poco a poco, nos conoceremos mejor a nosotros mismos.

Esta habilidad de toma de conciencia de nuestras emociones, o conocimiento de uno mismo, es la fundamental para luego poder desarrollar las otras, por ejemplo para poder controlar nuestras emociones debemos conocerlas, para motivarnos también es conveniente conocernos.

Para ayudarnos a conocernos a nosotros mismos observaremos nuestros estados de ánimo y los pensamientos que tenemos acerca de estos estados de ánimo. Para ello podemos utilizar el cuestionario autoaplicado.

2. Controlar nuestras emociones.

El conocimiento de uno mismo es una habilidad básica que nos permite controlar nuestros sentimientos y adecuarlos al momento. Podemos potenciar nuestra capacidad para tranquilizarse a uno mismo, para desembarazarse de los estados de ánimo negativos como por ejemplo de la ansiedad, de la tristeza, de la irritabilidad exagerada, etc.

Es muy distinto controlar las emociones que reprimirlas. El objetivo consiste en albergar la emoción apropiada a las circunstancias.

El enfado
Pongamos un ejemplo del enfado: Imaginemos que estamos en el metro y un sujeto nos empuja y nos pisa, y no nos pide disculpas por ello. Nuestro pensamiento reflejo podría ser: “maldito mal nacido…”, pero depende de que ese pensamiento de rabia inicial vaya seguido de otros pensamientos de irritación y venganza que provoquen reacciones físicas como apretar las manos, tensión de los músculos del rostro, aceleración de los latidos del corazón, nos sentimos a punto de explotar y proyectar toda nuestra rabia sobre el sujeto que nos pisó.

Como hemos dicho anteriormente, no se trata de un grado de enfado proporcionado, ya que si lo vemos desde otro punto de vista más empático, no sabemos qué circunstancias deben concurrir en ese momento para que el sujeto tuviera ese comportamiento, ya que podría tener un problema personal grave que le mantiene absorto, o cualquier otra circunstancia que desconocemos. Visto desde esta otra perspectiva cambiaría un poco nuestra forma de enfado. Evitaríamos, al menos, los pensamientos obsesivos que son como una espiral que va aumentando la ira.

Esta dinámica del pensamiento se pone en funcionamiento cuando alguien se irrita. La escalada del enfado entre las personas se produce por un incremento en las provocaciones, y cada una de ellas suscita una reacción de excitación mucho más intensa que la del comienzo. En este momento, tanto una como la otra persona se cierra a todo razonamiento, los pensamientos giran entorno a la venganza y la represalia por las ofensas recibidas.

¿Qué podemos hacer contra el enfado?
La mejor forma de quitarle fuerza al enfado es prestar atención y darnos cuenta de los pensamientos que desencadenan la primera descarga de enojo. Entonces, es conveniente pararnos (si hace falta nos ponemos a contar hasta 10) y utilizar nuestra inteligencia para poder comprender la situación, viéndola concierta distancia.

Un ejemplo de afrontamiento de enfado podría ser el caso habitual de un niño que coge una rabieta, su madre siente que no puede con él, se irrita y lo trata con enfado, lo que provoca en el niño es un incremento de la rabia, tirando y rompiendo algo para conseguir que le escuche su madre.

Afrontamiento: La madre ha de intentar comprender la situación: quizás ella está cansada y realmente le molesta su hijo, quizás la madre acostumbra a darle todo a su hijo para que no le moleste, quizás el niño reclama su atención por falta de horas de estar con ella…. etc. Mientras más intente “quitárselo de encima”, aunque sea complaciéndole, más veces cogerá rabietas hasta llegar a dominar él la situación.

Una vez la madre comprende la situación le será más fácil tratar a su hijo con cariño y comprensión, pero sobre todo con rectitud. Por ejemplo, según la edad del niño, manifestarle: eso que me pides no te conviene y no te lo daré cariño. ¿Quieres comer esto…? O bien, tienes sueño, nos vamos…, etc. La madre verá qué necesita el pequeño. En definitiva, se trata de educar, y la madre tiene la responsabilidad de estar en la posición contenedora.

3. Motivarse a uno mismo

La capacidad de demorar las gratificaciones y sofocar la impulsividad redunda en la tenacidad para conseguir resultados en cualquier área de la vida.

4. Conocimiento de las emociones de los otros.

La empatía constituye la habilidad social fundamental. Se trata de ponerse en el lugar del otro, sintonizar con los sentimientos y necesidades del otro.
5. El control de las relaciones.

Es la habilidad de relacionarse adecuadamente con las emociones de los otros. En definitiva, las cualidades que parecen tener mayor importancia para el éxito son:

La expresión y comprensión de los sentimientos tanto los propios como los ajenos.
La empatía.
Controlar nuestro carácter.
Ser tenaz.
La cordialidad, amabilidad y respeto.
Saber resolver los problemas interpersonales.

lunes, 4 de mayo de 2009

AMAR CON AUTOESTIMA - Segunda parte

"No hay hombres... todos son iguales... no me valoran... "

¿Le suenan conocidas estas frases?

Emilia Kanan Farca, vicepresidenta de la Sociedad Psicoanalítica de México, AC, nos ha mencionado los errores más comunes que cometemos las mujeres en una relación de pareja y se ha referido a las actitudes que provocan el rechazo y el comportamiento masculino.

¿Cómo elegir al hombre adecuado? En primer lugar, una mujer tiene que comportarse con educación y respeto al momento de elegir un hombre.
Debemos entender que por naturaleza el hombre es más fuerte, y por ello tienen otros sentimientos, no quieren comprometerse y evadirse está a la orden del día.

Insisto, quejarse, desgraciadamente es la versión femenina de resolver un problema. ¿Debemos aprender de ellos? En cierto modo. Los varones buscan la solución de conflictos en lugar de lamentarse. Definitivamente, deberíamos aprender de ellos, en lugar de existir a través de ellos. "Por ejemplo, la constancia en sus esfuerzos para lograr sus metas. Ellos han aprendido mejor que nosotras que la determinación es la clave para lograr lo que se quiere en la vida y que además hay que vencer dificultades para conseguirlo".

Enfatizó que no es sano depender de un novio o esposo, ni definirse a sí misma a través de un él sin importarle que clase de hombre sea... Calificó como "una tragedia" el hecho de que la mujer se convierta en un "trozo" en la vida de un hombre; es decir, para ella, él está antes que nadie. "En cambio, lo que sí debe hacer, es mantener sus aficiones personales, tomar un rol activo para lograr una buena calidad de vida".

¿Ellos qué prefieren, una mujer activa o sumisa? A un buen hombre le gusta que la mujer, al mismo tiempo sea su mejor amiga, compañera, novia, esposa y amante, y no una niña llena de miedo que se deja hacer de todo con tal de no quedarse sola.

"Esto último -recalcó- es la mejor manera para perder el respeto ante los hombres. El respeto se empieza a ganar desde el primer momento en que se conoce a un hombre, siempre y cuando se adopten las normas de conducta adecuadas, que requieren esfuerzo, autocontrol y que bien vale la pena llevarlas a cabo".

Esto es... Los primeros momentos, días y meses de una relación sientan precedentes importantísimos de cómo será la calidad de la relación de pareja. "Está comprobado que las relaciones interpersonales -a todos los niveles- se basan en reglas que hay que respetar para lograr una armonía. Cuando sales con un hombre, lo tienes que hacer bajo determinadas normas y en un marco de ética personal. Pensar si en verdad quieres una relación satisfactoria y duradera. Si es así, tienes que aprender y practicar ciertas conductas, porque con ellas nos vamos a despreocupar de ser abandonadas, maltratadas o ignoradas". Al referirse a cuál será la recompensa" por esta conducta, Emilia Kanan indicó: "reconozcámoslo, lo que hemos hecho hasta ahora no ha funcionado. 'Gratificación' es cuando un hombre te conquista, se hace tu novio, te propone matrimonio y te trata siempre como a una reina; y esto último es, porque le costó mucho trabajo tenerte.

"Asimismo, dijo, si seguimos estas normas, un hombre nunca te tomará a la ligera y hará un enorme esfuerzo por no perderte. Pero si desde el principio buscas excusas a su comportamiento, no tan adecuado, ésta es una señal de alarma, y si además te quiebras la cabeza porque después de la primera salida no te volvió a llamar, entonces empiezas a obsesionarte con alguien que no te conviene o a quien no le interesas".

¿Por qué un hombre no vuelve a llamar? No necesariamente porque sea un "patán", sino porque no seguiste normas de comportamiento adecuadas; eso lo hizo desilusionarse y perder interés. O porque no sintió la atracción física, emocional y mental para iniciar o continuar una relación contigo. Es tan fácil como que él esté interesado o no, le gustas o no, quiere una relación contigo o no. Esto es perfectamente respetable y no lo convierte -de ninguna manera- en un hombre despreciable.

"Creo que, generalmente, las mujeres crean a los monstruos, pero tú a veces contribuiste en gran medida a su comportamiento. Por lo tanto, es mejor recurrir a tu sentido común. Si él no es una persona adecuada para ti, si obtiene lo que se le da la gana, es momento de cambiar tus actitudes; entonces él lo hará con las propias.

"Hay que dejar muy claro que el hombre no nació con la predisposición innata de lastimar a las mujeres y no se saldría con la suya tan fácilmente si uno no lo tolerara. Nunca hay que permitirle que actúe como un niño malcriado y luego perdonarlo cuando te dé una sonrisa o una flor y, lo que es peor, pedir tú perdón por algo que no hiciste..." Esto es muy común... Sí, muchas mujeres se convierten en "limosneras de amor", no se sienten capaces de escoger a un hombre.

"Dime si no, a todas nos gusta saber que alguien está interesado en nosotras, pero esto no significa que de inmediato 'te dejes llevar', ese es el primer error: decir sí a lo que sea no es elegir, es desesperación".

¿Estar o sentirse solas no es una justificación? No, a pesar de que hay mujeres que no saben estar consigo mismas ni un día, y la ansiedad de no estar acompañadas repercute en ellas. Tanto, que llegan a conformarse con hombres que no valen la pena y se unen a ellos no porque realmente los escogieron o se enamoraron, sino para obtener una integridad y reafirmarse, para que las aprueben y sentir que valen. "No se dan cuenta que los sentimientos deben venir de dentro de ellas mismas, porque cuando se espera que sea el hombre quien los proporcione y no lo hace, la rabia y la desilusión acaban con su vida y su autoestima; es increíble ver cómo la mujer le llega a atribuir características omnipotentes a alguien que acaba de conocer".

¿Qué hay con la inteligencia? Esto no tiene que ver con el coeficiente intelectual, ya que una gran verdad es que existen mujeres muy inteligentes que cometen serios errores en el aspecto amoroso. Utilizan a un hombre, se acercan a él con soledad y desesperación. Quien tiene desesperación no podrá seleccionar. En el futuro, se convertirá en mujer divorciada, su autoestima se caerá al suelo y cometerá un error tras otro. La consecuencia de esto es más rechazo por parte de los hombres.

¿Qué papel juega la pasión? La pasión dentro de una relación se da cuando el hombre da y la mujer sabe recibir delicadamente. Llegará el momento en que él deduzca que va a surgir algo importante, esta relación le crea entusiasmo y automáticamente va a empezar a involucrarse más. "Sin embargo, hay quienes en lugar de esperar y dejar que ellos actúen, cambian de rol; empiezan a hablarles, a planear cómo les pagarán por el regalo recibido... esta actitud equivocada disminuye el interés del hombre. Esa tendencia es tan inconsciente en la mayoría de los casos, que la mujer no se da cuenta de lo que hace.

"En cambio, soltera o casada, si te mantienes receptiva, cuando un hombre está interesado en ti, te darás la oportunidad de explorar su personalidad, pues mientras más riesgos corra para lograr su objetivo más involucrado estará”.

"De otra manera, si empiezas a dudar de su interés y te angustias, no tardarás en tratar de retenerlo, persiguiéndolo. Esto llega a sabotear el potencial de una relación y hace que su interés disminuya. La conducta de perseguir y abrumar tiene el efecto contrario a lo que se espera. Si cometes esa falta, al instante él lo notará y dejará que tú hagas todo el trabajo en la relación".

¿Es cierto que los hombres no participan, no se molestan en nada? Esta es una de las quejas más frecuentes que tienen las mujeres con respecto al sexo masculino. Se quejan de que ellos no participan, sin darse cuenta de que son ellas quienes provocan esta actitud.

"En resumen, el interés del hombre se va consolidando de manera firme cuando él es el que hace, el que se lo gana, el que lo logra y el que conquista. Se siente cada vez más interesado cuando tiene que planear qué hacer, qué dar, cómo proveer, cómo lograr sus objetivos, cómo impresionar, cómo lograr el amor, la tentación y la admiración de la mujer elegida, y no cuando ella le quita la oportunidad al ponerse incondicionalmente disponible y a sus pies..."

domingo, 3 de mayo de 2009

AMAR CON AUTOESTIMA - Primera parte

Debemos aprender a amar con autoestima. Asegura la doctora Emilia Kanan Farca que culpar a los hombres no resuelve el problema

Profesionistas o no, solteras, divorciadas o viudas... el caso es que en la actualidad, se da con regularidad el fenómeno de "mujeres solas". ¿Por qué? ¿Será acaso que somos tan independientes que no nos interesa o no necesitamos de una pareja? ¿Será que no hay hombres adecuados y disponibles?

Emilia Kanan Farca, vicepresidenta de la Sociedad Psicoanalítica de México, AC, lo resume: "¿Qué hemos hecho mal?" En entrevista con EL UNIVERSAL, Kanan responde:

"En estos días la mujer experimenta un alto grado de sentimientos de insatisfacción en lo que respecta a su vida romántica. Mujeres de todas las edades y estados civiles cometen una serie de errores que terminan en fracaso, sufrimiento y soledad; y el error más grave es que se culpa a los hombres de que las cosas no salen bien". Agrega que si bien es cierto que existen hombres muy conflictivos, "culparlos no resuelve el problema, pues ellos no nacieron precisamente para romper nuestro hilo emocional. Sería mejor que aprendiéramos a amar con autoestima, valor y ética".

¿Qué es la autoestima? Es el producto de aquello que has logrado con esfuerzo, voluntad, sacrificio y trabajo; que te da un gran valor. Una mujer nunca debe sentirse sometida, ni resignada, ni esclava, ni furiosa, y mucho menos, inferior a nadie.

En el aspecto romántico, no hay motivo, se tenga pareja o no, de sentirse desilusionadas y desoladas, con sentimientos de tristeza, vacío o insatisfacción. La doctora Kanan invita a la reflexión y a preguntar en el interior de cada una. ¿No será que la conducta que han tenido con los hombres no les ha funcionado? ¿No será que en la relación de pareja actúan equivocadamente porque no saben o no recuerdan que la conquista es un proceso biológico en el que el hombre debe tomar la iniciativa? ¿Habrán olvidado que mujeres y hombres no somos iguales en el plano romántico? "Es fácil concluir que no hay hombres disponibles o adecuados cuando ellas son las culpables de su situación".

¿Qué se debe hacer? Para empezar, comprender que hay conductas equivocadas y manejar nuevas actitudes. Debemos aprender a valorar a largo plazo una relación de pareja satisfactoria, profunda y comprometida con un hombre adecuado, que verdaderamente nos interese y con quien queramos estar toda la vida. Y no conformarse con lograr una profesión, tener un gran negocio o hacer una carrera brillante. "Están tan concentradas en estos últimos aspectos, que recurren a las quejas, las discusiones, la depresión, a comer, a la flojera, la cobardía y el egoísmo, con tal de no hacer lo necesario para mejorar sus vidas".

Convencida, expresó que: “la falta de condiciones personales o la actitud de poner el propio destino en manos de alguien más, se encuentra detrás de las mujeres que se sienten víctimas y sin remedio” ; todo lo anterior denota muchas veces cobardía. "¿Por qué no entender que ese respeto que buscamos de los demás debe fluir de dentro de nosotras? Tenemos que ganarlo con el trabajo cotidiano en todas las áreas de la vida; esto es lo que nos dará valor. Comprendamos que la mujer no puede actuar como hombre en el aspecto romántico, pues va en contra de toda lógica".

¿Cómo actuar? Quiero decir que no hay que llamar su atención con aspavientos, no hay que perseguirlos, ni llamarlos constantemente por teléfono, no quedarse horas conversando con ellos, ni verlos todos los días, no estar disponibles en cualquier momento. Son los errores más comunes , y existen más. Es gravísimo tener sexualidad casi de inmediato, relacionarse con hombres casados, que las dejan plantadas, rogarles después de que las desprecian, hacerlos el centro único de sus vidas y abandonar sus intereses personales; aceptar uniones libres, invitaciones de última hora, tomar papel de mamás, abrumarles, hablarles de matrimonio e hijos, torturarse tratando de averiguar porqué no las quieren, apegarse durante años a una situación así.

Es mejor aceptar que si alguien no te quiere, no te quiere y punto...

¿Cómo influye este comportamiento en los hombres? Los lleva no sólo a que no se enamoren de ellas, sino a ser crueles, ignorarlas, abandonarlas y a comportarse como verdaderos patanes.

La conquista, un reto... Emilia Kanan mencionó que las mujeres destruyen con esas actitudes la ambición y el instinto masculino, pues "ellos nacieron para responder al reto y estos patrones y errores de conducta no hacen más que privarlos de ese reto y que su interés se esfume. Una mujer siempre debe alimentar el reto en un hombre".

Agregó que "además de las fallas que acabo de mencionar, otra de suma importancia es la de pasar por alto actitudes y conductas determinantes que están presentes desde el inicio de la relación y que son señales de alarma, que vislumbran que un hombre será una fuente de sufrimiento". ¿Cuáles serían esas conductas? Alcoholismo, adicciones, infidelidad, incompatibilidad, impulsividad, violencia, celos excesivos, irresponsabilidad, control de tu vida o un pasado dudoso. Esto se detecta y si se permite desde el principio, no va a permitir consolidar una buena relación de pareja. ¿Y por qué pasamos por alto estas actitudes? Muchas veces la soledad, la desesperación y el hambre de tener un hombre al lado hacen que te apresures y no te permiten ver con claridad su carácter y personalidad. Esto las lleva a pagar un alto precio, pues después se pasan todo el tiempo justificando las conductas inadecuadas de su compañero con tal de estar cerca de él.

"Por otro lado existe un mecanismo inconsciente que hace aparecer la ilusión de que tu pareja va a cambiar y va a sanar con tu ayuda". ¿Influyen en algo las experiencias de la niñez o la adolescencia? Por supuesto, y de manera determinante en la elección de pareja, porque al final se darán los esquemas y patrones de conducta que te hacen sufrir y no has podido cambiar. Explicó que "si tuviste la mala fortuna de tener una madre o padre emocionalmente ausente, egoísta, adicto o violento, es claro que tenderás a buscar inconscientemente el mismo escenario a la hora de elegir pareja, con la fantasía de 'ahora sí puedo cambiar a mi madre o a mi padre', representados en la persona de ese hombre". Pero no es así... Claro que no, piensan que si lo logran, serán dignas de ser amadas porque él rectificó sus malos hábitos por ellas, por tener su amor. Sin embargo, dijo, "un hombre puede llegar a ser un verdadero patán porque la mujer se lo permite y tolera". ¿Entonces ellas son responsables de su conducta? No de la de ellos, sino de la suya. Ella es la responsable porque tolera lo que sea con tal de no sentirse sola; o en otro caso, por no perder ciertas comodidades. Agregó que no son los hombres quienes vuelven miserables a las mujeres (a menos de que ellas lo permitan). Y aceptó que es un error echarles la culpa de la insatisfacción emocional.

Ellos no son la causa de que no hagan algo por cambiar su comportamiento y mejorar su vida. El interés del hombre es real cuando él es el que conquista.

A ellos les gusta que la mujer sea su mejor amiga, compañera, novia, esposa y amante, y no una niña llena de miedo que se deja hacer de todo con tal de no quedarse sola.

EL VERDADERO VALOR DEL ANILLO

Un joven concurrió a un sabio en busca de ayuda.

- Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar maestro?. ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?

El maestro, sin mirarlo, le dijo:

- ¡Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mis propios problemas. Quizás después... Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.

- E... encantado, maestro -titubeó el joven pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas-.

- Bien -asintió el maestro-.

Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano izquierda y dándoselo al muchacho agregó: Toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo para pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.

El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo.

En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, así que rechazó la oferta.
Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado -más de cien personas- y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó.

¡Cuánto hubiese deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro! Podría habérsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y su ayuda.

- Maestro -dijo- lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir 2 ó 3 monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.

- ¡Qué importante lo que dijiste, joven amigo! -contestó sonriente el maestro-. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo?. Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto da por él. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.

El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo:

- Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.

- ¿¿¿¿58 monedas???? -exclamó el joven-.

- Sí, -replicó el joyero-. Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé... Si la venta es urgente...

El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.

- Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como este anillo: una joya única y valiosa. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?

Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda.

martes, 21 de abril de 2009

Buscando la llave

Muy tarde por la noche Nasrudin se encuentra dando vueltas alrededor de una farola, mirando hacia abajo. Pasa por allí un vecino.

- ¿Qué estás haciendo Nasrudín, has perdido alguna cosa?- le pregunta.
- Sí, estoy buscando mi llave.

El vecino se queda con él para ayudarle a buscar. Después de un rato, pasa una vecina.

-¿Qué estáis haciendo? - les pregunta.
- Estamos buscando la llave de Nasrudín. Ella también quiere ayudarlos y se pone a buscar.

Luego, otro vecino se une a ellos. Juntos buscan y buscan y buscan.
Habiendo buscado durante un largo rato acaban por cansarse. Un vecino pregunta:

- Nasrudín, hemos buscado tu llave durante mucho tiempo, ¿estás seguro de haberla perdido en este lugar?
- No, dice Nasrudín
- ¿dónde la perdiste, pues?
- Allí, en mi casa.
- Entonces, ¿por qué la estamos buscando aquí?
- Pues porque aquí hay más luz y mi casa está muy oscura.

miércoles, 8 de abril de 2009

El centauro

Había una vez un centauro que, como todos los centauros, era mitad hombre y mitad caballo.
Una tarde, mientras paseaba por el prado, sintió hambre.
«¿Qué comeré? -pensó-. ¿Una hamburguesa o un fardo de alfalfa? ¿Un fardo de alfalfa o una hamburguesa?»
Y, como no pudo decidirse, se quedó sin comer.
Llegó la noche, y el centauro quiso dormir.
«¿Dónde dormiré? -pensó-. ¿En el establo o en un hotel? ¿En un hotel o en el establo?»
Y, como no pudo decidirse, se quedó sin dormir.
Sin comer y sin dormir, el centauro enfermó.
«¿A quién llamaré? -pensó-. ¿A un médico o a un veterinario? ¿A un veterinario o a un médico?»
Enfermo y sin poder decidir a quién llamar, el centauro murió.
La gente del pueblo se acercó al cadáver y sintió pena.
-Hay que enterrarlo -dijeron-. Pero, ¿dónde? ¿En el cementerio del pueblo o en el campo? ¿En el campo o en el cementerio?
Y, como no pudieron decidirse, llamaron a la autora del libro que, como no podía decidir por ellos, resucitó al centauro.
Y, colorín, colorado, este cuento nunca se ha sabido que haya terminado.

martes, 7 de abril de 2009

Protégete de personas tóxicas y desgastantes

Los seres humanos somos individuales, esto quiere decir que cada persona tiene su propio mapa personal y único. Por mapa en Programación Neurolingüística (PNL), nos referimos al bagaje que cada quien trae consigo mismo. Por lo tanto, cada persona puede actuar y reaccionar de diferente manera ante un estímulo dado.
Las palabras como ya lo hemos dicho en PNL, tienen mucha influencia, tanto en nosotros mismos como en los demás. Nuestras palabras pueden motivar o pueden herir profundamente al otro. Hay personas que han tenido una vida tan llena de amor, equilibrio, y cosas positivas que así funcionan por la vida y dan mucho a los que las rodean. Sin embargo, hay otras, que traen un saco lleno de decepciones, problemas y actitudes negativas que van regando esto en su camino con quienquiera que estén. Éste es el tema que quiero abordar en esta ocasión. Quiero hablar de las personas negativas, que son irrefrenables e incorregibles, porque creen en su interior que ellas están bien, pensando y obrando como lo hacen.
Les llamaremos a esta clase de personas, personas “tóxicas”. Este tipo de personas se encuentra en cualquier lugar. Puede ser tu jefe, tu amigo, hermano, o incluso tu pareja. Reconoces a una persona tóxica, porque es la que en forma continua habla de temas negativos, en vez de halagarte por algo, encuentra el punto negro, no acepta a la primera una opinión o sugerencia, son hirientes, agresivos, inflexibles y se exaltan fácilmente si se les contradice. Ellos tienen la razón siempre.
Este tipo de personas afectan de diferente manera a cada quien. Si después de estar con alguien te sientes: que pierdes energía, cansado, malhumorado por haber estado con ella, ignorado porque sólo habla de sí misma, aliviado cuando se va, que tensas tus facciones cuando está presente. Puedes incluso llegar a sentirte mal, muy mal, y al dejar a esta persona te llevas de regalo un dolor de cabeza o estómago quiere decir que estás con una persona tóxica.
Estas personas están reflejando lo que traen en su interior: mucha negatividad, resentimiento, envidia, celos, crítica, frustración, baja autoestima, necesidad de ser reconocidos, aprobados y ser importantes. Y lo que consiguen es justamente lo opuesto con su actitud hiriente y ruda hacia los demás. La gente tiende a alejarse de ellos y ser cautelosos e incluso sentir miedo porque la relación se torna difícil.
También hay personas tóxicas que muestran pasividad y se hacen pasar por mosquitas muertas, son los llorones, necesitan de tu ayuda constantemente, los de la vela perpetua, los solitarios, critican incansablemente a los demás, son metiches, y despiden con su actitud, lástima. Estas personas son desgastantes, porque te chupan la energía, tu tiempo, tu motivación y entusiasmo, que a ellos les falta. Ellos están vacíos y buscan llenar este hueco con tu amistad, relación, o compañía. Este tipo de personas te cansan, te aburren, limitan la conversación y tienes que darles ánimo constantemente (pierdes tu energía) porque ellos la despilfarran con sus pensamientos derrotistas que no llevan a ningún lado.
Una vez que hayas detectado, a personas como estas en tu vida, hay varios consejos de PNL que puedes hacer para no alterarte. El primer consejo obviamente es alejarte de las personas que hayas identificado como tóxicas o como desgastantes. Muchas veces no es posible hacerlo, ya que están dentro de nuestro círculo social, de trabajo o incluso, familia. Convivimos en ocasiones con estas personas y no las podemos dejar de ver.
Segundo consejo, es tomar una respiración o varias antes de estar con esta persona. Toma aire, para cargarte de energía y pensamientos positivos y así podrás pensar mejor. Más oxígeno te calmará y estarás en control de tus reacciones. Toma en cuenta que esta persona trae un bagaje diferente al tuyo y actúa con lo que tiene. No es personal, lo hace con todo el mundo, no sólo contigo.
Tercero te aconsejo que elabores una protección para ti. Protege tu plexo solar. Esto lo haces, cerrando tus ojos, respira profundo y deja que tu mente fabrique una protección para tu parte emocional. Tu mente manifestará alguna forma con un tamaño, color y textura. Deja que surja, ésta será tu protección. Puede ser un vidrio, una puerta, un escudo, etc. Lo que haya surgido de tu mente está bien. Esta es tu protección para tu plexo solar para que no te afecte lo que ésta persona pueda decir o hacer. Ten presente tu protección cuando estés con este tipo de personas.
Y el cuarto consejo es cambio de tema. Sí, cambio de tema. Esto en PNL se le llama “estado separador”. Si la conversación está tomando un camino peligroso de reto, alteración y en contra de los demás y está creando tensión en el ambiente, lo que conviene es hacer “un estado separador” y esto es cambiar el tema sutilmente. Si se está hablando de política y la persona se está exaltando, pues cambia el tema a algo totalmente diferente como por ejemplo las vacaciones de primavera. De esta manera se apagan inmediatamente las emociones alteradas y al pensar en las vacaciones de primavera, surgen otras emociones más favorables. Si es necesario cambiar el tema varias veces, hacerlo con sutileza para no caer en el juego de una confrontación innecesaria.
Creo que al leer esto te habrá llegado a la mente alguna o algunas personas de tu entorno que son tóxicas o desgastantes. Es bueno identificarlas y prevenir cualquier choque con ellas con los consejos de arriba. Sin embargo, más importante es ver si nosotros mismos no somos, al menos en ocasiones, personas tóxicas o desgastantes, que estamos afectando a los demás. Es fácil ver la conducta desagradable del vecino, y después de hacerlo, piensa en tu propia conducta cuando alguien no está de acuerdo contigo y analiza qué bagaje traes. Te pido que seas honesto contigo mismo y que reflexiones un poco para que a tiempo puedas corregir tus actitudes, en caso que te identifiques con alguna de las personas negativas que mencionamos.

domingo, 5 de abril de 2009

El mapa mental y la realidad

En Programación Neurolingüística se le llama “mapa” a la percepción individual y mental que tiene una persona del mundo. Este mapa mental se conforma a través de los filtros personales por los cuales cada uno va asimilando el mundo y la realidad. Me refiero a la educación, la cultura, las creencias, en fin, todas las experiencias y manera de observar que desarrolla una persona, así como de las percepciones y sentimientos de sus propias vivencias a través de sus propios filtros de la realidad. El mapa mental está determinado por la estructura genética y la historia personal. De ahí que es imposible que dos personas tengan exactamente la misma percepción ante un mismo hecho.
Muchas veces nos desesperamos, juzgamos, criticamos a los demás ya que “no entienden”, “no se dan cuenta”, “no les importa”, “no se preocupan”, “no se conducen como deberían”, “exageran las cosas”, “no les llama la atención”, “se desviven por tonterías”, “no es posible que hagan eso”, etc. Si nos damos cuenta, todas estas frases están basadas en juicios que elaboramos acerca de la conducta de los demás, en base a “mí mapa”, a lo que yo pienso, a lo que yo creo, y no me doy cuenta de que el otro actúa en base a lo que él piensa y a lo que él cree, que es totalmente diferente, es decir, respecto a “su mapa”.
Ninguna persona, inclusive mis hermanos, hijos, o padres van a ver y sentir lo mismo que yo, pues sus filtros del mundo son diferentes ante un mismo hecho. Todas las mentes piensan según su propio mapa y no del mapa del que tengo junto. Ante una misma realidad hay diferentes percepciones. Para demostrar esto les ofrezco un ejemplo muy sencillo. Si en un grupo yo propongo que todos piensen en un perro, uno pensará en un pastor alemán, otro quizá en un cocker, otro en un labrador, otro en un dálmata, otro en un salchicha, otro en un doberman, otro en un perro callejero, etc. ¿Por qué no pensaron en el mismo perro todos? Porque el que surgió en su mente, es con el que tienen o tuvieron una experiencia, es decir, es el que está en su mapa mental, en su vivencia. Simplemente en una familia, la opinión que los hijos tienen de un acontecimiento familiar, de su padre o de su madre o de tal hermano es diferente, pues el modo de vivirlo, sentirlo y relacionarse con él en ese momento varía de una persona a otra.
Por eso Programación Neurolingüística nos dice que “El Mapa no es el Territorio”, esto es, que el Territorio es la realidad escueta y completa, y el mapa es el modo personal de captarla. En el ejemplo del elefante se puede entender esto. Si en medio de un salón ponen un elefante, y para las personas sentadas alrededor es la primera vez que ven ese animal, las que están al frente dirán que un elefante es un animal alto con dos ojos, dos orejas enormes, una trompa, dos colmillos y dos patas. La personas que lo ven lateralmente no estarán de acuerdo, Ellas sostendrán que un elefante es un animal largo y grande, con una trompa, dos patas, pero que solo tiene una oreja, un ojo, un colmillo y una colita peluda atrás. Las personas que lo tiene por atrás, alegarán que un elefante es una cosa con dos ancas enormes, una colita peluda y dos patas, pero que ni es largo, ni tiene ojos, ni colmillos, ni orejas y mucho menos una trompa. Y si cada uno sostiene su punto de vista, nunca se podrán poner de acuerdo sobre lo que realmente es un elefante.
Éste es un ejemplo sencillo de cómo nosotros y la humanidad vamos por el mundo pensando que mi verdad es la absoluta, y no aceptamos la parte de la realidad del otro que nos falta. Esto nos lleva a divorcios, injusticias, egoísmos y hasta declaraciones de guerra. ¿Cómo hacer que el mundo árabe y el occidental lleguen a una sana convivencia, si no están dispuestos a ver el mapa del otro? ¿Cómo entender a un homicida, o a un ladrón, y en nuestra vida diaria al mentiroso, al egoísta, al chismoso, al perfeccionista, al metiche, al agresivo, al majadero, etc.?
Programación Neurongüística nos dice que cada quien actúa según su mapa mental, por lo tanto todas estas conductas son efecto de algo que las dispara. Son conductas aprendidas, creencias instaladas, modos y estilos de vida vivenciados diferente, y siempre hay una razón interna para proceder, pensar, y sentir ante la realidad que no va a ser igual que a nadie.
Así que el mundo interno es la obra de su autor y cada “universo” es único y personal, o sea, cada persona tiene su propio e individual mapa mental del mundo y hay una indiscutible diferencia entre la realidad y la experiencia que el organismo tiene de ella. Los seres humanos construimos nuestros modelos mentales del mundo, el mapa con el cual vamos a transitar por él a través de programas neuro-lingüísticos. Lo único que nos conforma son nuestras vivencias. PNL nos dice que ningún mapa individual del mundo es más real o verdadero que otro. Y el objeto de PNL es el de permitir a cada persona adquirir un modelo del mundo que le sirva para obtener lo que es importante en su vida. Un modelo ecológico . Cuantas más rutas u opciones ofrezca nuestro mapa, más oportunidades tendremos de conseguir nuestros objetivos y esto sólo se logrará a través del arte del cuestionamiento interno y la aceptación de los demás.
Así que antes de enjuiciar, enojarnos, deprimirnos ante la conducta ajena, pensemos que el otro tiene un mapa diferente al mío y según éste, él actúa. Vayamos dándole la vuelta al elefante para ampliar nuestro mapa del mundo, para ampliar nuestra mente, ya que la mejor manera de aprender es a través del conocimiento del otro y esto sólo se logra con una buena comunicación. Yo estoy bien, pero el otro también. Cada uno responde a su propio mapa mental. Yo me enriquezco y amplío mi mapa a través del otro. Voy a averiguar y aprender de las diferencias, así crearemos más opciones y aprenderemos a respetar a los demás.
Así, cada uno de nosotros va construyendo, más o menos conscientemente, su propio mapa de la realidad y a éste acudimos cuando el entorno en el que nos movemos demanda una acción o algún tipo de respuesta de nuestra parte. Pero un mapa no es la realidad, como un retrato no es la persona que representa en sí, es solo una imagen de ella.
Los mapas se pueden completar con nuevos datos, se pueden corregir generando opciones nuevas, se pueden abrir a nuevas posibilidades más enriquecedoras de interpretar e interactuar con el mundo real. Esto terminará con el estrés, los corajes, los enojos, etc. y redundará en una mejor salud ya que aprenderemos a ser flexibles y a no crear falsas expectativas.

La vergüenza y cómo manejarla con PNL

La mayoría de nosotros poseemos alguna experiencia de vergüenza en nuestro pasado que no nos agrada compartirla con los demás. La vergüenza ha sido descrita como "la emoción secreta" o la "emoción escondida".

Cuando la gente siente vergüenza, generalmente también se siente avergonzada de sentir vergüenza, de modo que no está dispuesta a hablar al respecto, y esto recae directamente en su auto-estima.

La vergüenza es una respuesta a violar las normas de otra persona. Cuando la sentimos, generalmente tememos al rechazo o al abandono debido a la trasgresión de normas externas o imaginarias. Por ejemplo: "meter la pata" al decir algo que está fuera de lugar y no perdonarse por ello.

La vergüenza es el origen de muchas dificultades personales, especialmente la conducta "co-dependiente" que se observa en las familias de alcohólicos o drogadictos. Normalmente, estas situaciones se esconden, volviéndose la persona cómplice de esta situación, en lugar de afrontarla.

La vergüenza nos alerta que hemos ofendido a otras personas "sin querer", y que si queremos seguir siendo amigos de ellas, tal vez tengamos que cambiar nuestra conducta, ya que sus normas son más importantes que las mías, y así nos sentimos como personas indignas o incapaces. O hay algo en mi vida o en mi familia que se debe ocultar pues considero, aunque no sea mi culpa, que si las personas lo llegan a saber me van a rechazar, pues yo no valgo por lo que soy, sino por lo que el otro piensa de mi. Este problema surge de creer saber lo que el otro piensa sobre nosotros y que muchas veces o la mayoría es falso. Todo se gesta en nuestros pensamientos de inseguridad acerca de nuestro proceder y de nuestra persona con un diálogo interno que constantemente nos está devaluando.

Las experiencias de vergüenza, se forman en nuestra mente normalmente viendo a las otras personas imponentes, crecidas de tamaño que nos observan fijamente con desaprobación o con lástima, y así creamos imágenes oscuras y sin movimiento acerca de hechos que sucedieron o que están por suceder. Por otro lado nos vemos grotescamente feos, pequeños, deformes, mal vestidos o indefensos, ante ellas, esto quiere decir: todos nuestros defectos están expuestos ante los demás, por lo tanto, una recodificación de nuestros pensamientos junto con el manejo de diálogo interno puede ser de mucha utilidad, para poder pensar con claridad y sin prejuicios. 

La vergüenza se acaba cuando:

- Estás seguro de tus propias normas.

- Cuando reconoces las normas de los demás y sabes que tienes normas distintas bajo las cuales quieres vivir0

- No te preocupan las normas de los demás en un plan ecológico.

- Cuando reconocemos limitaciones en nosotros mismos y en los demás.

- Respetando el mapa de los demás y el nuestro.

- Teniendo conciencia si hacemos daño realmente y disculparnos o reparar el daño con responsabilidad, ya que "nadie en este mundo cumple todas sus normas todo el tiempo".

- Saber que cuando nos hemos equivocado, esto nos dará la oportunidad de aprender y corregir.

La vergüenza se genera cuando alguien nos envía reiteradamente el mensaje de "eres malo", "eres tonto", "no puedes", sin decirnos exactamente qué es lo que no le gustó y generalmente sin darnos una idea clara de qué podríamos hacer en lugar de ello, o cómo hacerlo. Todos estos mensajes que aceptamos son dados por alguna "autoridad" como los padres, maestros, jefes, sacerdotes, etc. Hay que concientizar que todos hacemos lo mejor que podemos, y que cuando sabemos más, hacemos mejor.

Alguien que siente vergüenza, lo hace porque fue un aprendiz capaz y rápido en un ambiente donde se enseñaba la vergüenza, se devaluaba a la persona o se carecía de incentivos y motivaciones. Ahora esa misma capacidad de aprender rápidamente, es útil para aprender a tener un sentido de sí mismo diferente, subiendo así su auto-estima.

En la vergüenza severa es como si la persona tuviera sólo una norma para sí misma: "Yo debería agradar a los demás".

Para transformar la vergüenza, es esencial reconocer la diferencia entre las normas de alguna otra persona y las nuestras, y ser muy cuidadosos para decidir sobre normas útiles para nosotros mismos. Al hacer esto, estamos construyendo un sentido de sí mismo, o lo que a menudo se llama auto-estima o integridad. Así empezamos a existir como individuos. Antes, somos una imagen espejo de otras personas y dependientes de ellas para nuestro sentido de identidad.

El proceso de resolución de la vergüenza con PNL

1.- Identifica lo que piensas cuando te sientes avergonzado.

¿Cuándo sientes vergüenza?
¿De qué sientes vergüenza?
¿Cómo es esa imagen?
¿Qué sonidos hay, y cómo son?
¿Cómo es esa sensación?
¿En qué parte de tu cuerpo la sientes?

2.- Cerrando tus ojos: piensa en una ocasión en que violaste una norma pero no te sentiste avergonzado.

Una situación en que la encaraste de una manera que consideras adecuada. Esta se llamará tu experiencia de "Recurso".

3.- Fíjate en las diferencias de "codificación" entre tu experiencia de vergüenza y la de "recursos".

- Observa muy bien con los ojos cerrados, las distintas ubicaciones espaciales (el lugar espacial en donde piensas en ellas en relación a tu cabeza, puede ser al frente, a un lado, arriba, abajo, etc. y las diferentes distancias que hay entre ti y cada una de las situaciones.

- Fíjate de que tamaño estás tú, si es que te puedes ver en la escena, en referencia a las otras personas, o si no te puedes ver, observa el tamaño de los otros en cada situación.

- Fíjate si cada experiencia es una película o una imagen fija; si está a colores o en blanco y negro, si es nítida u opaca.

- Escucha si hay algún sonido en alguna de ellas, y cómo es ese sonido.

4.- Transforma la experiencia de "vergüenza" en la de "recurso", cambiando la codificación de la primera por la codificación de la segunda.

- Al cambiar la ubicación y la distancia de "Vergüenza" a la ubicación y distancia de "Recurso", a menudo otras diferencias de codificación cambiarán espontáneamente.

- Es importante lograr que todas las personas involucradas, incluyéndote, sean del mismo tamaño.

- Si es conveniente para ti, puedes crear un escudo transparente alrededor tuyo, de modo que puedas responder a los demás, pero teniendo, al mismo tiempo, una sensación de estar protegido.

5.- Comprueba sensaciones positivas respirando profundamente.

¿Tienes ahora las mismas sensaciones positivas en ambas experiencias?

¿En qué parte de tu cuerpo las sientes?

6.- Evalúa normas.

¿Qué norma violé en la experiencia donde solía tener vergüenza?

¿Esta es una norma que deseo tener para mí, o solo es la norma de otra persona?

Si no quiero esta norma, ¿cuál es la que quiero para mí?

7.- Ajustando a futuro.

Dada la norma que los demás tienen y la norma que deseas para ti, decide cómo quieres actuar y luego imagínate actuando de acuerdo a tus normas en situaciones futuras donde podría surgir una diferencia.

sábado, 4 de abril de 2009

Eleva tu autoestima hoy

¿Cuántas veces te has dicho “Yo no puedo hacer eso”?, sin siquiera haber intentado. Y efectivamente NO lo puedes hacer. ¿Cuántas veces has tenido miedo al fracaso, a lo que todavía no sucede y sufres por ese miedo? ¿Cuántas veces habiendo logrado todo lo que quieres y siendo “feliz”, empiezas a pensar que “no puede ser todo tan perfecto” y que algo malo tiene que suceder? Todo lo anterior tiene que ver con la autoestima. Ésta como su nombre lo dice, quiere decir la estima en que te tienes, o el amor que te tienes a ti mismo, la manera en cómo te aprecias. Esto es el resultado de la seguridad y éxito que manejes en tu vida.

Son demasiadas las personas, por desgracia, que sin importar su nivel de educación, sexo, edad, posición económica, etc. padecen de miedo al fracaso, y aunque algunas tienen éxito, el miedo a perder sus logros es mayor a la satisfacción que tienen. Muchas veces las personas ponen en duda sus capacidades y se sienten inseguras, son demasiado autocríticas y nunca están satisfechas, o terminan por no obtener sus objetivos debido a esta inseguridad acompañada del miedo.

Normalmente una persona con baja autoestima es una persona pasiva, ya que se siente víctima de todo y de todos, es una persona conformista que no arriesga y se dice que “más vale malo por conocido que bueno por conocer”. Es una persona que rechaza cualquier reconocimiento que se le haga, pues “no es para tanto”. Siempre se está minimizando, y por lo tanto no se compromete. Probablemente durante su infancia fue constantemente comparada con alguien, “te deberías parecer a...” , “deberías ser como….”. Son las personas que han absorbido los mensajes negativos que se le han mandado tales como “¿no te da vergüenza?” “eres un inútil, un vago, un bueno para nada, etc.”

También existe la baja autoestima agresiva. Esta corresponde al egocéntrico, al posesivo, al mentiroso, al burlón, al majadero, al que no respeta, al que no coopera, al prepotente, al irresponsable, etc. Ésta es la persona a la que se le ha dicho primero tú, luego tú y siempre tú, “no te juntes con esos niños que no son igual a ti”, “no prestes tus juguetes porque te los van a romper”. Todos estos mensajes van haciendo que la persona se vuelque en sí misma y no sea capaz de relacionarse con el mundo.

El secreto para tener una buena autoestima es la Humildad entendida como el conocer mis límites y mis capacidades. Es tener aceptación, respeto y amor por mi mismo y también por los demás. Es saber que cualquier empresa que inicie tiene un riesgo, el cual, si conozco realmente mis capacidades y mis límites puedo o no emprender. Es tener objetivos bien definidos y saber que lo que yo quiero y lo que yo soy, depende básicamente de mí y de nadie más. Es saber manejar el reconocimiento y la responsabilidad de una manera asertiva y congruente. Es saber que el único verbo que siempre va a funcionarme es el verbo “querer”. El verbo poder está sujeto al verbo “querer”. En otras palabras, “qué tanto puedo, depende de qué tanto quiero” lograr algo. Por ejemplo: el bajar de peso para unas personas es más fácil que para otras debido a su fuerza de voluntad, es decir, al grado de querer realmente lograr su objetivo. Recordemos que Programación Neurolingüística postula que somos un sistema que trabaja unido, es decir mente y cuerpo trabajan juntos.

“La gente que se siente bien consigo misma produce resultados positivos”.

Hay que entender que la autoestima es un estado mental. Es la manera en que piensas de ti mismo. Es confianza, valoración y respeto por uno mismo. Está constituida por sentimientos positivos que reflejan una actitud positiva en que realmente crees que puedes lograrlo, actitud contraria a la pesimista y pasiva en la que piensas que no vale la pena el intento pues el fracaso es inminente.

La clave para alcanzar una autoestima elevada es la disposición para asumir la responsabilidad de tus sentimientos y de tus pensamientos. Aquí es donde PNL entra en acción. Llegamos a la vida adulta con una serie de vivencias, que en ocasiones no podemos manejar y caemos en actitudes de culpa, enojo, depresión, miedo, etc. La Programación Neurolingüística nos ayuda a retomar todas esas capacidades que creíamos haber perdido en el camino y nos enseña a poder manejar nuestras emociones de una manera asertiva y sana para nosotros y para los demás.

El ingrediente principal de una baja autoestima es el miedo, ya que éste paraliza cualquier intento de movimiento. Es la expectación del mal. Por lo tanto, el ingrediente principal de una alta autoestima es la seguridad, ya que ésta siempre nos lanzará hacia delante. Es la expectación del bien.

Te propongo un ejercicio para elevar tu autoestima:

  1. Piensa en un momento en el que hayas estado perfectamente seguro de ti mismo, y que esta seguridad te haya permitido salir adelante. Puede ser en cualquier etapa de tu vida pasada.
  2. Cierra tus ojos y viaja a ese lugar. Revívelo completamente. Ve en qué lugar te encuentras y cómo es. Escucha los sonidos y/o voces que hay ahí, respira profundamente y déjate sentir esta seguridad que te saca adelante en este momento específico. Toca la parte de tu cuerpo donde sientes con más fuerza esta seguridad y vuelve a respirar profundamente. Ponle un color, el primero que se te venga a la mente a esta sensación de seguridad y nuevamente respira profundamente dejándote bañar por este color. Goza por unos instantes de esta sensación observando y sintiendo su color y manteniendo tus manos en el lugar dónde se encuentra.
  3. Ahora abre tus ojos y date cuenta que esta seguridad es parte tuya, que ya la conocías y que has empleado en otras ocasiones.
  4. Ahora cada vez que necesites seguridad, puedes acceder a ella con solo cerrar tus ojos, tocando la parte de tu cuerpo donde se encuentra integrada, visualizando y sintiendo el color que tiene, al mismo tiempo que respiras profundamente.
Si crees necesario, puedes hacer este ejercicio, con diferentes situaciones específicas, donde tú hayas manejado la seguridad, procurando tocar ese sentimiento en el mismo lugar y con el mismo color, para que se vaya formando una programación efectiva de seguridad que elevará tu autoestima.


Termino con estos dos pensamientos:


“Nadie puede hacerte sentir inferior sin tu consentimiento.”

“No hay límites para lo que puedes hacer, pero necesitas empezar.”

viernes, 3 de abril de 2009

La intención positiva

Existe un presupuesto en Programación Neurolingüística (PNL) que dice: “Toda conducta tiene una intención positiva.” Los presupuestos dentro de PNL se refieren a una serie de afirmaciones que se dan por supuestas, fueron elaboradas por los fundadores de la PNL.

Entonces, “Toda conducta tiene una intención positiva” se refiere a que no importa cual sea la conducta, detrás de ella hay una intención positiva para el que la lleva a cabo. Cada persona realiza siempre la mejor conducta posible en función a los datos de los que dispone dentro de su individualidad, sus creencias, valores, principios, hábitos, experiencias, educación, etc.

Hay conductas que claramente podemos entender la intención positiva. Un hombre que sale a trabajar diario 8 horas, seguramente tendrá la intención de mantener a su familia, comprar una casa, coche, etc. Hacer ejercicio diario es una conducta “positiva” y puede haber distintas intenciones positivas detrás como bajar de peso, verse mejor, fortalecer la fibra muscular, estimular el corazón, o simplemente por una mejor salud. Es fácil comprender la intención positiva con conductas “positivas”. Sin embargo también hay conductas “negativas” que también tienen una intención positiva detrás.

Veamos algunos ejemplos. Seguramente muchos de mis lectores habrán cometido el acto de copiar en un examen en la escuela. Ya sabemos que copiar está mal, sin embargo, en ese momento fue nuestra mejor opción para lograr nuestra intención positiva de pasar el examen y evitar un castigo.

Una persona mayor que sufría de migrañas y que acudió a terapia, descubrió que de niño lograba muchas cosas con sus migrañas como juguetes, dulces y atención. Había una intención positiva detrás de la migraña. Sin embargo como adulto de 40 años ya no era operante la migraña porque necesitaba trabajar y seguir con su vida con o sin migraña. Ahora la sufría. Este es un ejemplo de cómo puede permanecer una conducta y la intención positiva inicial deja de serlo. Al darse cuenta de esto en la terapia, fue relativamente fácil erradicar la migraña de la vida de esta persona.

Veamos otras conductas. La obesidad, en algunos casos, es un mecanismo de defensa y protección, sobre todo en mujeres. Al verse gordas y no atractivas, alejan a los hombres y logran su intención positiva de no involucrarse, pues son inseguras y no desean una relación.

No salir de la casa por miedo, durante una larga temporada, puede parecer obsesivo o incluso tonto para algunas personas, sin embargo, la intención positiva detrás es protegerse del mundo externo que la amenaza en forma real o imaginaria. Por lo tanto la conducta absurda, para algunos, es valiosa para esa persona.

Es difícil creer que conductas como tomar droga, robar, matar, golpear puedan tener una intención positiva y la tienen si lo pensamos con detenimiento. La persona que toma droga la toma porque algo bueno le reporta a ella misma. En ningún momento estamos diciendo que estas conductas “negativas” estén bien o que sean admisibles. Es importante recordar que no son “ecológicas” ni para el actor ni para su ambiente. Existe la intención positiva por supuesto, porque así actuamos por la vida. Buscamos nuestro placer, bienestar y protección, pero si al hacerlo afectamos nuestro entorno negativamente, eso ya no es ecológico dentro de la PNL ni en ninguna sociedad.

Incluso el suicidio tiene su intención positiva. La persona que decide suicidarse es porque ya intentó con otras opciones dentro de sus propios recursos de no suicidarse. Las alternativas se le terminaron. Cuando no hay otra salida dentro de su propia estructura, cuando se acaban los recursos propios, las personas recurren a la única salida que ven y esa puede ser su propia muerte. Antes de revelar un secreto militar, prefieren suicidarse....antes de verse en la cárcel por fraudes cometidos, prefieren terminar con su vida, eso es más llevadero para ellos que sufrir una tortura o verse sometidos.

Por lo tanto vemos que la intención positiva tiene como objetivo algún beneficio para sí mismo. En muchas ocasiones podemos no entender las conductas de otras personas y es fácil calificarlas y juzgarlas sin el conocimiento de qué hay detrás de esa conducta. Cuando alguien ejerce una conducta “negativa” desde nuestro punto de vista quiere decir que esa persona está librando una lucha interna por encontrar alguna forma de sentirse bien o de protegerse.

La PNL ofrece por un lado respetar la intención positiva que siempre es valiosa y ayudar al paciente a cambiar la conducta. Ayudar al paciente a buscar otra conducta que le provea de la misma intención positiva para que el cambio sea más fácil y más útil. Querer cambiar la conducta sin respetar la intención positiva sólo crea resistencia y será inútil intentar cualquier modificación.

Es importante también decir que las enfermedades tienen su intención positiva. Debemos tomar en cuenta que esta intención positiva en muchas ocasiones es inconsciente, no nos damos cuenta cual es o si acaso tenemos una. Como la persona con su migraña que mencionamos anteriormente. No era consciente del uso que le dio a la migraña y por eso continuó con ella hasta la etapa adulta. Al darse cuenta que ya no le servía, pudo liberarse de ese dolor.

La PNL es tomar conciencia. Es darse cuenta qué está sucediendo en nuestro interior, cuáles son los caminos de nuestros pensamientos que forman nuestras conductas y emociones y tratar de entender que la conducta del vecino tiene también una intención positiva detrás.